LOS DESVIADOS. ESTEREOTIPOS.
Presentación de la obra del profesor Fernando Tocora

El profesor Fernando Tocora me ha dado el honor de presentar su obra titulada Los Desviados. Estereotipos1. de reciente publicación de la editorial Tirant humanidades.
También he tenido la fortuna de haber sido discípulo del profesor Fernando Tocora en las cátedras de derecho penal y criminología hace varias décadas y de formar parte de grupos de investigación de criminología que en aquella época formo, y en especial como jurado evaluador de mi tesis de grado “Terrorismo de Estado vs Derechos Humanos en América Latina. Tortura y Desaparición.” Para optar por el título de abogado. Y también he sido testigo de su digna carrera en la magistratura y su amplia producción intelectual académica en materia juridica.
A través del ensayo Los Desviados el profesor Fernando Tocora luego de una seria investigación en la que hace importantes reflexiones socio-jurídicas acerca de la realidad desde la historia, la filosofía la sociología y la criminología con pensamiento crítico nos presenta argumentos y evidencia que nos invita a apoyar su postura y a ampliar el análisis acerca del fenómeno de la sociedad inquisitorial, no en el sentido positivo que valora el conocimiento, ni el de investigaciones para descubrir nuevos conocimientos o esclarecer hechos y materializar un debate intelectual, nos presenta un juicio ponderado omnipresente de la sociedad y la cultura que se relacionan mediante la vigilancia, la sospecha y la represión, que pretende identificar y sancionar a aquellos que se consideran desviados o peligrosos para el establecimiento, y cuya vigilancia y control vemos hoy que se ejerce a través del dataismo (que en palabras del historiador Yuval Noah Harari denomina la religión de los datos, y que en palabras del filósofo Byung- Chul Han como búsqueda de información sobre la vida privada de las personas como totalitarismo sin ideología).
En su texto el profesor Tocora nos pone de presente que la vigilancia y control se desarrolla dentro de un ambiente de sospecha y acusaciones fomentando un ambiente de miedo y desconfianza con represión y castigo para aquellos que se consideren desviados o peligrosos, persiguiendo minorías disidentes o a aquellas que cuestiona la autoridad.
También se ejercen limitación de libertades: se restringen las libertades individuales y se limita la libertad de expresión y pensamiento, propiciando opresión, represión y violación de los derechos humanos, y con ello también se suprime la creatividad, la innovación.
Hoy por hoy estamos asistiendo a la plaza pública de las redes, y a través de ellas somos testigos de linchamientos mediáticos permanentes, ejecución de herejes estereotipados (los desviados) que representan un peligro por sus creencias, prácticas o comportamientos, que se consideran fuera de lo normal o contrarios a la ortodoxia del statu quo, que son objeto de persecución, discriminación y estigmatización.
En el contexto político (ejemplo: regímenes autoritarios o totalitarios en el que los disidentes políticos son vistos como subversivos).
A lo largo de la historia en el contexto religioso por ejemplo fueron perseguidos por la Iglesia Católica y catalogados como herejes debido a sus teorías y descubrimientos que desafiaban la doctrina religiosa de la época. Hombres de ciencia destacados como Galileo Galilei astrónomo y físico italiano que apoyo el modelo heliocéntrico del universo en contravía a la visión geocéntrica de la Iglesia, Giordano Bruno filósofo y astrónomo italiano quien ademas propuso la existencia de un universo infinito y Copérnico por su visión también del universo heliocéntrico fue condenado aun después de muerto.
Aún hoy en el contexto de la sociedad: los marginados o estigmatizados por orientación sexual, identidad de género, prácticas culturales o que difieren de las dominantes religiosas; esta percepción permite identificar las dinámicas de poder y control dentro de una sociedad donde aquellos que detectan el poder definen lo aceptable (normal) de lo anormal (los desviados).
El homosexualismo destaca el profesor Tocora fue perseguido como conducta desviada penal (código penal de 1936 en Colombia), en muchos países las leyes que criminalizaban las relaciones homosexuales consentidas entre adultos fueron derogadas en la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, en Colombia solo hasta 1980.
La percepción de la homosexualidad desde la psiquiatría2 era considerada una enfermedad mental o un trastorno psicológico. Hasta 19733 estaba incluida en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) de la Asociación de Estadounidense de Psiquiatría APA como una enfermedad mental que era tratada mediante terapia de conversión o terapia reparativa para intentar cambiar la orientación sexual. Luego de 19734 se reconoce la diversidad sexual humana con enfoque que promueve la salud mental y el bienestar de las personas LGBTQ+ abordando los problemas de salud mental que pueden surgir como consecuencia de la discriminación y estigmatización.
Hoy se acepta y reconoce los derechos de las personas LGBTQ+, impulsado por los movimientos de derechos humanos y cambios en las actitudes sociales. La igualdad de derechos ha sido el resultado de luchas sociales y políticas que buscan reconocer y proteger la dignidad y los derechos humanos de todas las personas, independiente de su orientación sexual o identidad de género.
Ubicándonos dentro del marco temporal de la historia contemporánea hasta el día de hoy, tenemos que hay quienes la ubican desde la revolución francesa (1789-1799) como Estado liberal, otros desde la revolución industrial del siglo XIX, sin embargo, los grandes relatos que explican y se han enfrentado para exponer el pasado y proyectar el futuro del mundo son el relato fascista, el relato comunista y el relato liberal. La segunda guerra mundial supuso el final del relato fascista, en tanto que culminada la segunda guerra mundial hasta la caída del muro de Berlín periodo de la guerra fría en el que se enfrentaron el relato comunista y el relato liberal supuso el declive del comunista siendo hegemónico desde entonces hasta nuestros días el relato liberal, desde entonces celebra el valor y el poder de la libertad, hoy con visos regresivos hacia el autoritarismo.
En este contexto el Estado moderno modelo poswestfaliano ha entrado en crisis desde el momento en que las decisiones más importantes en los planos económico, financiero y de desarrollo las toman no los órganos institucionales dentro de un marco democrático, sino elites poderosas, grandes conglomerados empresariales, multinacionales, grupos de presión, y lo que se denomina “el mercado” que acumula acciones personales, consecuencias técnicas, reacciones emocionales, voluntades políticas e intereses particulares determinando el destino de millones de personas sin responsabilidad alguna ante ellas. En la aldea global el intercambio económico y cultural se está dando sin que los sistemas estatales estén en sintonía con los cambios actuales, ante nuevas necesidades cuyo factor desencadenante es la información avivada por el conocimiento y la comunicación. Se evidencia en todo ello un divorcio entre poder y política. Entre tanto los gobiernos buscan alianzas en la economía como instrumento para continuar ejerciendo su poder. Sin embargo, hoy por hoy son los mercados, lugares virtuales o “no lugares” según Marc Auge, desprovistos de territorialidad, impersonales e invisibles, se han convertido ahora en el arma de un poder supranacional que ya no necesita del Estado para funcionar. La fuerza de ese poder es innegable por la razón misma de que ha sido separado del control político. Que le obligaba a tener en cuenta a la población dentro de un marco democracia. Hoy despojado de la política, el poder en el sentido económico esta desconectado de todo sesgo o limitación de su actividad. Es libre para expresar toda su agresividad potencial en la búsqueda de sus objetivos principales que supone una ventaja económica.5
Entretanto, estamos percibiendo que hoy nos estamos enfrentando al colapso ecológico y a la disrupción tecnológica de un mundo liquido impulsado por la IA que nos está colocando en una condición de obsolescencia. No se desconoce el impacto significativamente positivo en la sociedad en innovación, eficiencia y acceso a la información como fuente de conocimiento, pero también vislumbramos los desafíos que representan la marginación, pérdida de empleos, desigualdad económica y social y riesgos de seguridad en materia de ciberseguridad y privacidad de datos.
Hoy por hoy la historia contemporánea se ha caracterizado como un periodo complejo y dinámico por la globalización (creciente interconexión y globalización de la economía, la política y la cultura) la tecnología (rápido avance de la tecnología y su impacto en la sociedad y la economía) cambios sociales y políticos (cambios significativos en la estructura social y política que incluye la lucha por los derechos civiles y la igualdad).
El profesor Tocora a través de su ensayo nos presenta diversos estereotipos que incluyen la desviación social, la misoginia e inferioridad de la mujer, los estereotipos raciales (negros, indígenas, migrantes), estereotipos de los adolescentes, en fin, etiquetas que desconocen la alteridad como reconocimiento de la identidad del otro.
De igual forma el profesor Tocora recoge de manera brillante algunas de las críticas que Michel Foucault el filósofo e historiador hace a la modernidad, la ilustración y las estructuras de poder en la sociedad. Al reseñar textos como Vigilar y Castigar (1975) en que el autor francés describiera, como el poder se ejerce a través de mecanismos de control social y disciplinarios que van más allá de la instituciones penales, caracterizada por una sociedad disciplinaria (que en palabras del profesor Tocora tiene una armazón normativo, esto es conjunto de reglas: leyes, mandamientos, costumbres, convenciones sociales, consignas y reglamentos) en la que el poder se ejerce de manera difusa y omnipresente a través de diferentes instituciones no necesariamente gubernamentales como, prisiones, hospitales, escuelas, fábricas. Precisando al igual que Foucault, que el poder se ejerce a través de la vigilancia y control, concibiendo sujetos dóciles, sometidos y conformes, pretendiendo perpetuar el poder y el control social.
Hoy más que nunca estamos siendo testigos cómo Estados Unidos, es el referente en el mundo del estereotipo criminal por raza (negro, latino, mestizo) por economía (pobre, desempleado) por nacionalidad (mexicano, colombiano o palestino) o grupos étnicos (árabe, asiático) a través de mecanismos como la deportación que materializan mayor opresión y exclusión. Frente a este fenómeno el recientemente fallecido Papa Francisco precisaba: “Un auténtico estado de derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, los más pobres y marginados. El verdadero bien común se promueve cuando la sociedad y el gobierno, con creatividad y respeto estricto al derecho de todos —como he afirmado en numerosas ocasiones—, acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles, desprotegidos y vulnerables. Esto no impide el desarrollo de una política que regule la migración ordenada y legal”6.
El profesor Tocora al igual que Foucault en su curso conferencias de college de france (1974-1975) denominada Los Anormales, explora la construcción histórica y social de la anormalidad en la sociedad occidental, describiendo como la sociedad moderna ha creado y patologizado ciertas categorías de individuos considerados “anormales” como desviados sociales delincuentes. Al igual que con los enfermos mentales y los homosexuales argumentan que está construcción de anormalidad ha sido utilizada como un mecanismo de control social para justificar la investigación y regulación de ciertos grupos y comportamientos.
Parafraseando a Foucault el profesor Tocora sostiene que el poder se ejerce a través de la creación de normas y estándares que definen que es “normal” y que es “anormal” por lo que quienes se desvían de estas normas son objeto de intervención, tratamiento, corrección, lo que permite al poder ejercer control sobre ellos.
Critica también al poder y al control social y como operan estos mecanismos en la sociedad para mantener el orden y la conformidad, y permite entender cómo se construye y como se mantienen las normas sociales y como se ejerce el poder sobre los que consideran desviados.
En este contexto ya destacaba que el poder no se concentra en una sola entidad o individuo si no que se ejerce a través de una red compleja de relaciones y estructuras sociales. En el que el poder es difuso y se ejerce a través de diversas instituciones, discursos y prácticas que lo representan y lo definen así:
Instituciones: prisiones, hospitales, escuelas, fabricas, ejerciendo control sobre los individuos a través de mecanismos disciplinarios.
Discursos: como la medicina, la psicología y la criminología que crean y difunden conocimientos y verdades que legitiman el ejercicio del poder.
Profesionales y expertos: médicos. Psiquiatras, educadores, jueces que detectan el conocimiento y la autoridad para definir y tratar a los individuos considerados anormales.
Los medios de comunicación, capítulo aparte son actores de principal protagonismo en la sociedad y llegan a influir en la forma en la que se ejerce el poder y se construyen las normas sociales, es así como contribuyen a la materialización y difusión de diversos conocimientos que legitiman el ejercicio del poder. Construyen la realidad a través de relatos, influyendo en la forma en la que se percibe la realidad, seleccionando y presentando ciertos eventos y temas de manera que se ajusten a ciertos discursos y narrativas (noticias falsas y conspirativas). Difusión de discursos: difunden discursos y conocimientos que legitiman el ejercicio del poder como la idea de ciertas conductas o grupos catalogados como anormales o peligrosos. Influencia en la opinión pública y moldeo de actitudes y creencias de las personas sobre ciertos temas y grupos. Por eso se le ha llamado “el cuarto poder” poder simbólico que contribuye a la construcción y mantenimiento de las normas sociales y el ejercicio del poder en la sociedad.
Creación de estereotipo: pueden crear y difundir estereotipos y prejuicios sobre ciertos grupos o individuos, lo que puede contribuir a la estigmatización y la exclusión (para muestra un botón. La xenofobia hacia los hermanos venezolanos, noticiero de la televisión nacional que recientemente presento linchamiento físico de sicario “venezolano” en presencia de policía en San Andresito de Bogotá. Patente de corso para la justicia por mano propia y por tanto perdida de institucionalidad de la justicia).
Es en este contexto donde también surge el concepto conocido como “derecho penal del enemigo”. Teoría jurídica y criminológica que sostiene que ciertas personas o grupos pueden ser considerados “enemigos” de la sociedad y por lo tanto ser objeto de tratamiento penal positivo severo restrictivo.
Esta teoría se basa en la idea de que existen individuos o grupos que representan una amenaza para la seguridad y el orden social y que por lo tanto deben ser tratados de manera diferente a los delincuentes normales.
El derecho penal del enemigo se caracteriza por la pena más severa, más dura y destructiva a quien se considera enemigo de la sociedad. (Ya se advierte el ejemplo de los deportados etiquetados como delincuentes por el gobierno Trump hacia las cárceles de El Salvador de Bukele.)
Restricción de derechos: restringen derecho y libertad de los individuos catalogados de “enemigos” como la libertad de movimiento, privacidad y libertad de expresión.
Medidas de seguridad adicionales como la vigilancia y control para prevenir y reprimir la actividad considerada “enemiga”.
El derecho penal del enemigo se critica por ser incompatible con los principios básicos del derecho penal y de los derechos humanos, ya que puede llevar a estigmatizar y perseguir ciertos grupos o individuos. Utilizando y sofisticando la represión y la violencia contra ciertos grupos erosionando los principios de justicia y equidad en el sistema penal. Constituyendo una forma de ejercicio del poder y control sobre ciertos grupos o individuos considerados “anormales” desviados” o “peligrosos”.
Los disidentes pueden entrar en esta categorización, sea que se opongan al gobierno, a políticas gubernamentales o a normas sociales dominantes. Y son quienes suelen expresar su disidencia a través de diversas formas como la protesta pacífica, la desobediencia civil, la crítica pública o la militancia política.
En dicho contexto el disidente puede ser objeto de represión (detención, encarcelamiento) estigmatización etiquetado como “enemigo del Estado o traidor” lo que lo puede llevar a la exclusión o persecución incluso con violencia física y psicológica por autoridades o grupos afines al régimen, erosionando en todo caso la libertad de expresión y asociación que le debe ser garantizado.
El profesor Tocora en su ensayo nos deja finalmente el mensaje que para preservar la dignidad humana es necesario conservar el concepto de alteridad u otredad como expresión del reconocimiento de la diversidad, de ser diferente a “otro” en cómo nos percibimos y nos relacionamos con aquellos que pudieran ser diferentes en términos culturales, raza, género, religión, etc. También como construcción social e identidad de una sociedad incluyente individual y colectiva, como fuente de riqueza y diversidad cultural, de empatía y comprensión y no de prejuicio y discriminación.
Pues lo que viene sucediendo en este mundo, en realidad se asimila más a una distopia con los diferentes, y bajo tal percepción la alteridad es vista como una amenaza para el orden establecido y puede ser objeto de represión y exclusión. Pues en sentido negativo la alteridad se percibe como amenaza y por ello debe ser controlada o eliminada por lo que a tales “desviados” pueden ser objetivizados como simple banalidad del mal7 (se pierde cada vez más la dimensión del “otro” deshumanizándolo, animalizado cosificándolo) estigmatizando – etiquetando como “anormales” o peligrosos y por lo tanto objeto de discriminación y exclusión.
En tanto que por otra parte observamos que la alteridad frente a la represión y violencia puede ser fuente de resistencia y cambio social, desafiando el orden establecido para trabajar y construir un mundo más inclusivo y justo, un verdadero contra-poder para desafiar y transformar el orden establecido.
Al igual que en El mito de la caverna de Platón, vemos las sombras y creemos que es la única realidad, sin embargo, nuestro mensaje y el del profesor Tocora es que debemos dominar los mitos. Porque la gente no está necesariamente vigilada si no entretenida, no está reprimida si no que está siendo adicta dentro de la sociedad de consumo al entretenimiento y el placer, igual que SOMA (Sustancia psicoactiva que se utiliza en Un mundo feliz de Aldous Huxley para controlar y manipular las emociones a la población.) induciendo a sensaciones de felicidad y bienestar, y con ello evitando el pensamiento crítico y por tanto preservando el statu quo. La sociedad liquida de la información que no tiene tiempo para la acción racional. Vivimos presos de la caverna digital aunque creamos que estamos en la libertad (encadenados a la pantalla digital) debemos al igual que Platón representar el régimen de la verdad cuando al dejar de ser prisioneros en la caverna seamos liberados, ver la luz de la verdad en el exterior y volver a la caverna para convencer a los prisioneros de la verdadera realidad, aunque decir la verdad no está exenta de riesgo.
Finalmente quisiera cerrar rindiéndole homenaje a Los Desviados (Thomas Shipp y Abraham Smith ambos negros linchados en Marion, Indiana, EE.UU en agosto de 1930 por el Ku Kus Klan) para ello traigo a la memoria las primeras estrofas del poema Fruta extraña (Strange Fruit)8 cantado en blues por Billie Holiday en abril de 1939 en uno de los clubes Café del bajo Manhattan, lo que le significo ser objeto de persecución y encarcelamiento por el FBI9.
Los árboles del sur dan un fruto extraño
Sangre en las hojas y sangre en la raíz
Cuerpos negros balanceándose con la brisa del sur
Extraños frutos que cuelgan de los álamos …
Esta es una extraña y amarga cosecha.
1 https://editorial.tirant.com/co/libro/los-desviados-estereotipos-9788411835138
2 https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1886-58872021000200013
3 http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-85972024000100054
4 https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC4695779/
5 Zygmunt Bauman. Carlo Bordoni. Estado de crisis. Paidos. 2016. Página 47
6 https://cnnespanol.cnn.com/2025/05/08/eeuu/nuevo-papa-criticas-trump-vance-redes-sociales-trax
7 “Los pocos individuos que todavía sabían distinguir el bien del mal se guiaban solamente mediante su buen juicio, libremente ejercido, sin la ayuda de normas que pudieran aplicarse a los distintos casos particulares con que se enfrentaban. Tenían que decidir en cada ocasión de acuerdo con las específicas circunstancias del momento, porque ante los hechos sin precedentes no había normas”. Eichmann en Jerusalén, un estudio sobre la banalidad del mal. Hannah Arendt.
https://cambiocolombia.com/los-danieles/glosario-genocida.
8 https://www.youtube.com/watch?v=gKayP0gtmNU
9 https://www.elespanol.com/cultura/musica/20210330/cancion-billie-holiday-hizo-fbi-acabara/569693548_0.html
