REVISTA CONAVA



HONORABLE PROFESIONAL DE LA MEDICINA
¿COMO PREPARARSE PARA UNA DEMANDA JURIDICA?

Como dijeran nuestros ancestros, vamos de lo elemental (primun non nocere) a lo más importante (causam actionis suae exponere).
Una demanda jurídica involucra la petición que se hace ante un juez para iniciar un proceso judicial y resolver algo que se considera un conflicto u objeto de demanda o pretensión.
La rama del derecho la cataloga como petitio litis introductoria.
Quien la instaura se denomina demandante o peticionante, a quien se encausa se denomina demandado, siendo el primero quien, al presentarla ante un tribunal competente, se recibe y se traba la litis y ambos esperan una respuesta del tribunal.
Al recibirla, se le asigna radicación y se define por parte del juez si se admite o rechaza.
En este proceso, culmina con una declaración condenatoria (efectos económicos y consecuencias, dependiendo del caso) o absolutoria (conlleva una condena en costas para quien formula la demanda).
Los tipos de responsabilidad se denominan ética, civil, penal, administrativa o disciplinaria, (predomina los procesos penales, seguidos por los éticos y civiles), pero existe una responsabilidad procesal que se traduce en la cancelación económica de las costas producto del juicio, cuando una demanda ha sido rechazada por falta de fundamento.1

¿Cuándo empieza alguien a prepararse para una posible demanda?
Desde cuando aprende a gestionar una historia clínica y un examen físico, toma de signos vitales y un interrogatorio acorde con la consulta, sin omitir lugar de nacimiento y de vivienda, nivel educativo, tiempo de evolución, comorbilidades y manejos recibidos.
Lo que no esté escrito en la historia clínica, carece de credibilidad y entra en duda.
Desde el punto de vista médico existen acciones de tiempo, lugar y circunstancia.

o Sobra decir, que la mejor manera de estar siempre preparado es mantenerse actualizado en la información científica, lograr títulos idóneos en instituciones de reconocida prestancia, avalados por las instituciones de salud del país o el extranjero y asistir a las reuniones académicas participando de cualquier manera (expositor, coordinador, asistente, crítico o avalador).

o Desde el punto de vista del derecho, la principal defensa de cualquiera que trabaje en salud es lo que se consigne en la historia clínica, la descripción de lo realizado al paciente, las condiciones en que ingresa el paciente, las fórmulas o recetas, de una manera clara, específica, concreta, entendible y por demás explicativa de todo acto clínico, procedimental o quirúrgico, que involucra:

- Detalle de cada una de las interacciones con el paciente y acudiente, salude, sea amable, cortés, brinde seguridad y entable empatía para recibir la mejor de las informaciones, en lo posible.

- No emita juicios de valor acerca de opiniones, conceptos o comentarios realizados por otros colegas, cuya fuente única de información sea la parte actora en esa consulta

- Demuestre interés en la causa de consulta, examine al paciente, revise u obtenga los signos vitales y tome en cuenta los documentos que aporte

- Haga del tiempo su aliado, optimizando el horario a la base de la consulta, sin divagar o crear más dudas de las que el paciente traía (hable claro, es decir, utilice palabras entendibles, con orden, proyecte su voz, sonría y emplee comunicación no verbal, haga pausas para enfatizar y trabaje en escucha activa).

- La amabilidad, la cortesía y el don de gentes son propias de una persona culta y es lo menos que espera un paciente de su consultante, recordando que esas buenas normas ayudan a evitar roces o reclamos (en cualquier término) y son la base fundamental de la empatía cognitiva, emocional o solidaridad empática.

- Cuando se maneja un sujeto hospitalizado debe ser muy claro en sus apreciaciones, horario, fechas, aclarar notas retrospectivas, consignar en las evoluciones una secuencia ordenada y lógica de lo que se considera: subjetivo, objetivo, análisis y plan. Firmar es un deber.

- Siempre que haya dificultades para obtener la realización de algo o lograr una cita programada o un desplazamiento en ambulancia o afín, no disponibilidad de medicamento, pruebas de laboratorio o recurso diagnóstico, deberá quedar consignado, tanto en las notas médicas, de enfermería, de fisioterapia, de orden administrativo, dado que, en no pocas situaciones la cronología de las acciones en el tiempo, son de vital importancia.

- Las interconsultas son motivadas para decidir conductas, de ahí la premura de que sean contestadas a la mayor brevedad y de manera sucinta o de explicación detallada según sea la complejidad del caso.

- No le insista a un paciente acerca de determinada conducta y si se plantean muchas dudas remítalo o solicite opiniones a diversos especialistas.

La relación médico-paciente debe dejar espacio para que cada uno exprese libremente lo que piensa o siente, sus acuerdos y sus desavenencias, el continuar o no con la consulta y siempre intentar dentro de las normas de la educación y la cordura, dar por terminada la sesión.

- Haga que sus honorarios sean reflejo de su trabajo y de sus títulos, además de justos y equitativos, trabaje con el convencimiento que está ganando lo que se merece o renuncie en caso contrario, nunca se debe regalar el trabajo.

El estudio y el conocimiento son demasiado valiosos.

De esa manera, cuando esté algo en disputa, sus ingresos estarán exentos de discusión.

o Las buenas relaciones interpersonales evitan muchas de las demandas y para ello debe entenderse que el paciente y su familiar o acudiente, vienen preocupados por una anormalidad en el funcionamiento corporal del sujeto enfermo, un resultado de laboratorio, el informe de una imagen diagnóstica, siendo en un gran número de casos la sintomatología presente, que crea dudas o asociaciones con procesos patológicos conocidos dentro del ámbito familiar o entorno.

Haga que su actitud, genere confianza en sus aptitudes.

o El consentimiento informado antes de firmarlo, para cada procedimiento debe estar completamente diligenciado (fecha, hora, nombres, diagnóstico, salvedades) y leído por el paciente y/o acudiente, para ser firmado en su presencia con número de cédula, resolviendo dudas y aclarando situaciones fortuitas, complicaciones o secuelas inherentes del actuar médico-quirúrgico o de la patología que nos ocupe.

¿Cuándo alguien planea demandar en que se fundamenta?
Las decisiones para demandar pueden ser momentáneas, estudiadas, premeditadas, inducidas o producto de suposiciones o de malentendidos.

El 80% de las demandas son instauradas por el paciente o sus familiares, argumentando fallas en la atención y los niveles de atención más comprometidos en procesos de responsabilidad médica son los II y III, en ocasiones por la falta de infraestructura y el personal necesario para ello.

o Cuando alguien se siente agredido, molesto o inconforme por la actitud del profesional de la salud, sin lograr zanjar diferencias de manera verbal y en ese instante en que se suceden.2

o Cuando la manera de expresarse no fue la adecuada, no se está de acuerdo con lo planteado por el consultante o creyó no recibir la importancia que esperaba, incluso sentirse menospreciado.

o Todos sabemos que el dinero y las pretensiones de cualquier tipo, cuando se demanda siempre llegan a montos excesivos de dinero o compensaciones, que incluso sobrepasan los alcances de las normas vigentes, mediante planteamientos morales, éticos, espirituales y familiares que desbordan toda reclamación, siempre avalados por un profesional del derecho, en ocasiones con argucias.

o Cuando antes de vencerse los términos, se consulta jurídicamente y se opta por plantear una demanda, para tratar de conseguir respuestas a dudas o inconsistencias de lo que plantea como la verdad del caso, intentar compensaciones económicas por pérdida de un ser querido o se incentiva en los demandantes la resarción (reparación, compensación o indemnización), exista o no culpabilidad del o los acusados, haciendo uso de expresiones de dolor, sufrimiento, insatisfacción y alteración de la vida cotidiana, de la capacidad de trabajo y del deterioro de las relaciones intrafamiliares de cualquier tipo, tratando de crear sensaciones de lástima, compasión o pena, que se plantean convertidas en monto económico de alta cuantía.

o Cuando los efectos psicológicos del proceder en salud afectan de manera importante la cotidianidad de la persona o impide seguir sus acciones laborales, lo que lo lleva a demandar ayuda o compensación por lo ocurrido.

o Cuando se presentan errores en el diagnóstico en la historia clínica, en un documento legal (informe de radiografía, TAC, ecografía o afín) o procedimiento diagnóstico o que conduzca a cambios en la terapia por alguno de los profesionales de la salud

o Cuando se incurre en prácticas prohibidas por la ley o uso de técnicas no avaladas por la comunidad científica (tratamientos experimentales).

¿Por qué demandan a tantas personas a la vez, en una demanda con resultados críticos, discapacidad o muerte?
Una de las constantes de las demandas en la actualidad es la demanda múltiple (caza de brujas o disparos en regadera) para ver a quien se le culpa de lo que se plantea como una falta, desatención o mala práctica.
Los médicos generales (en procesos de responsabilidad) y especialistas (en cirugías programadas) son los más demandados, así como las instituciones donde se realizaron consultas, procedimientos, manejo intrahospitalario y pruebas de laboratorio o imágenes diagnósticas.
Cuando se cree estar en el convencimiento de que la institución de salud falló en algún detalle, protocolo o presteza de los servicios que pudiera haber afectado la situación del implicado, se desea hacer un fuerte llamado de atención hacia un castigo o sanción de máximo alcance, que satisfaga las pretensiones del demandante.
Existen las limitantes administrativas que se salen del accionar del profesional de la salud, como son los transportes en ambulancias, aviones o fluviales, las autorizaciones de atención por situaciones específicas con las entidades prestadoras de salud (EPS), los convenios, los pagos y la disponibilidad de equipos o de especialistas.
La medicina es una obligación de medios (cualitativa) y no de resultados (cuantitativa), definida por la jurisprudencia, la doctrina y reconocida por la ley.2
Nadie debe condenar a alguien por lo que se presente, sin tomar en cuenta que el error humano existe en todos los actos de la vida (tercera causa de muerte en USA), además que hay complicaciones inherentes al procedimiento, dada la patología que se intervenga, la proximidad de estructuras al sitio operatorio, las malformaciones anatómicas o aberrancia y las deformidades ocasionadas por la lesión estudiada (tumores que invaden o separan estructuras, colecciones que desplazan piezas anatómicas, obstrucción extrínseca de neoplasias o hematomas), siendo preferidas las acusaciones (la mayor de las veces infundadas) acerca de la pericia del galeno y su experticia, desconociendo que consultó donde él, porque se lo recomendaron como idóneo, practica la especialidad que era perentoria con buenos resultados o está adscrito a su entidad en salud, para lo cual ha presentado la documentación de idoneidad científica.
Muchos de los resultados no dependen del galeno, sino de la patología de base, de las condiciones nutricionales e inmunes del paciente, de la respuesta individual a los medicamentos y de las comorbilidades que tenía al momento de la consulta, por mencionar algunas.

¿Por qué causa tanta angustia en el profesional de la salud al saberse demandado?
Los profesionales de la salud nos preparan en las Universidades y Hospitales, para intentar curar a los pacientes (alivio parcial o total), solucionarles sus problemas o inquietudes, devolverles la salud de la mejor manera, pero no estamos preparados para recibir acciones negativas por nuestro proceder.
El profesional de la salud intenta por los medios que dispone de restablecer el bienestar de un sujeto que le consulta, atenderlo, examinarlo, interrogarlo, medicarlo y en ocasiones ofrecerle terapias dentro de las que se incluyen quimioterapia, fisioterapia, farmacoterapia, radioterapia y opciones quirúrgicas invasivas y no invasivas, en todos los casos exponiendo las bondades y los eventos adversos o colaterales de la terapia ofrecida.
Largas horas de estudio, comentar los casos con otros especialistas, trabajar en equipo, mantenerse actualizado con tecnología de punta y ahora con inteligencia artificial, hacen parte del “arsenal” de que dispone el profesional para “combatir” la enfermedad motivo de consulta.
La ansiedad nace de la falta de conocimiento de sus derechos y deberes, de saber que no está solo en el ámbito de la jurisprudencia, de que existen grupos de abogados que trabajando junto a médicos, han creado consorcios de ayuda a los demandados y que se puede demostrar partiendo de la buena fe y de la inocencia, que se acusa sin fundamento a quien solo sirve para ayudar y que la mayoría de los jueces necesitan el apoyo de peritos en determinada materia que aclare hasta la saciedad, la lex artis y las buenas prácticas.
La ley se considera de todos conocida y su ignorancia no excluye culpas sancionables, pero la presunción de inocencia, el actuar sin precauciones, el cumplir con protocolos de atención en salud, el respeto por la técnica aséptica, hacer que todos quienes están inmiscuidos en el caso entiendan el proceder y lo acepten, constituyen puntos a favor del demandado.
Cada uno en su accionar en salud tiene funciones propias de su cargo y obedecen a conceptos y conocimientos adquiridos en entidades educativas certificadas, a los protocolos establecidos y normas mundialmente aceptadas, que cumplen con los requisitos de la seguridad del paciente y la humanización.
Una inquietud bastante frecuente es que las condiciones de trabajo no solo empeoran en presencia de intermediarios, sino que ha llevado a detrimento del ejercicio profesional, con incidencia en la problemática médicolegal.3
Las especialidades que más tienen riesgo de demandas son ginecoobstetricia (sufrimiento fetal agudo), medicina general (urgencias), cirugía general (trauma) y anestesiología (paciente crítico), generalmente en quienes tiene muchos años de experiencia.

¿En el ejercicio profesional del derecho, acorde con el actuar médico, cómo se puede catalogar o clasificar un proceder como equívoco?
Las razones que llevan a las demandas para justificar o determinar que un acto médico fue o no correcto, tratan de involucrar la impericia, la mala praxis, la indolencia, la precipitud, incumplimiento con los niveles de calidad y carecer de idoneidad.

o Impericia (del latín imperitiam) es la falta total o parcial de conocimientos técnicos, experiencia o habilidad para su desempeño profesional.

o Mala praxis es una actuación negligente o imprudente, que puede causar daño a la persona que recibe el servicio, por ignorancia, descuido, omisión o conflicto de intereses.

o La indolencia (del latín inertia) es no reaccionar o mantenerse impasible frente a algo inquietante o que nos debería preocupar.

o La precipitud (actuar con prisa) incluye accionar apresurado, irreflexivo, impulsivo, sin reflexión o consulta a terceros.

o Niveles de calidad se refiere a cuando se realizan acciones o procedimientos que ameritan de tecnología, personal calificado, ámbito idóneo y seguridad para el paciente.

o Idoneidad (del latín convenientia) es cuando se posee conocimiento, entrenamiento, aptitud, conveniencia y competencia para realizar un determinado acto médico.

En el 60% de casos no se evidencia culpa, pero en quienes es posible determinarla, se incurre mayormente (en orden descendente) en negligencia > impericia > imprudencia.
No es fácil para un togado impartir justicia, sin un justo y temporizado razonamiento jurídico, que debe incluir un análisis de los hechos, las pruebas y la interpretación en derecho de las normas jurídicas.

o Cuando se emplea la lógica formal (primer paso de un juez), el razonamiento es básicamente una inferencia por medio de la cual se extraen conclusiones a partir de premisas, hechos o informaciones, de ahí la importancia de la historia clínica.

El segundo paso del juez es reflexionar sobre el caso y acorde con el desarrollo de la diligencia decidir a quién se le otorga la razón y posteriormente recurre a argumentos jurídicos que le ayuden a elaborar una cadena de razonamientos, que respalden su decisión, fundamentado con las pruebas que se aportan al proceso.
La decisión judicial es siempre un acto discrecional de quien interpreta y aplica el derecho con autoridad, al hallar una solución justa conforme al problema.

o El demandante emplea la retórica Aristotélica (emparentada con la dialéctica) para argumentar o razonar con el fin de lograr la persuasión o la justificación, de que sus exigencias sean dignas de aceptación, tratando de enfatizar en fallas si las hubo.

La persuasión opera sobre lo que no es evidente y la demostración sobre lo que si lo es.

o El defensor emplea la dialéctica (primer paso del defensor) cuyo propósito es aportar razones para apoyar y dar justificación racional de la inocencia y buen proceder de su defendido, aportando (segundo paso del defensor), la opinión de expertos o peritos (que deben ser bien seleccionados dependiendo del caso) impolutos (impollutus: limpio) y probos.4

El último paso del defensor, de facto, es que con base en lo expuesto por quienes participan del acto jurídico, defina los argumentos conclusivos, que sean determinantes para demostrar inocencia, aptitud, presteza y responsabilidad en el acto médico.

¿Qué resultados arrojan las estadísticas colombianas en cuanto a demandas?
Son las mujeres (> 60%) quienes demandan más que los hombres.
Son los profesionales médicos de sexo masculino, quienes más reciben demandas.
El 80% de las demandas son instauradas por el paciente o familiar.
Tan bajo como el 1% de los profesionales, tienen dos o más procesos.
En > 50% de casos el origen del daño es la enfermedad que generó la consulta, lo que explica que es la condición clínica la que lleva al daño y no la acción del profesional.
La muerte es la causa más frecuente de demanda.

¿Qué hacemos nosotros en el Consorcio?
Para demostrar que no se incurrió en cualquiera de esas acusaciones, es que nos hemos preparado para brindarles el apoyo necesario para que el profesional de salud reciba dentro del marco legal, el mayor respaldo por su accionar y justificar las conductas a la luz de la Medicina basada en la evidencia y la Medicina Funcional con ayuda de la inteligencia artificial, acorde con cada caso y atenidos a los preceptos de la jurisprudencia.
La presentación de complicaciones no sugiere la existencia de error médico y solo en el 30% de los casos se evidencia error médico, sin que ello signifique culpa.
Debe quedarle claro a quien va a demandar, que solo quien se opera asume su riesgo, quien no se opera nunca los asume, por ello debe leer detenidamente los consentimientos.
Nosotros queremos ganarnos la confianza y la credibilidad de trabajo honesto y dentro de las normas legales, por eso le informamos al demandado, a la mayor brevedad, acerca de cómo va su proceso, que estamos haciendo y que pruebas requerimos, así como de que emplearemos peritos en casos necesarios, los pros y los contras de la demanda, siendo claros desde el comienzo de nuestra relación profesional en que obramos con diligencia, idoneidad y profesionalismo, sin crear falsas expectativas.

Fue el jurisprudente Harold Aristizábal quien, en la Revista Médico Legal en 1996, volumen 2 No.2 páginas 24-26 y 2000, volumen 6 No.2 páginas 27-32, llamó la atención de la historia clínica y sus implicaciones legales, que ha servido de consulta y referencia, lo cual nos compromete con mayor razón, a tratar de despejar dudas acerca de este tema.


1 Torres Villareal ML, Soto Hoyos JF. Enseñanzas del derecho. Conceptos y contextos. Editorial Universidad del Rosario 2023.
2 Constitución política de Colombia 1991. Edición actualizada. Arca editores. 2024
3 López-Ordoñez MA, Manrique Bacca I, García torres C. Demanda a los médicos, observaciones sobre casos. Revista Colombiana de gastroenterología 2004;19(1
4 Yezid Carrillo de la Rosa. El arte de razonar en el derecho. Ediciones Doctrina y ley. 2025.


 

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