REVISTA CONAVA

Abogados Centauros

Para cierto grupo de abogados millennials resulta curioso cómo en otras épocas los profesionales del derecho empleaban técnicas de argumentación y a su vez de impulso procesal en su práctica profesional. En este último caso por parte de los empleados de la rama judicial.

Para entrar en contexto con el tema del presente ensayo, es necesario traer a colación el resultado de un seminario titulado The Experience de Legal Week, respecto al tema que trataremos de las nuevas generaciones en la abogacía. Observemos:

“…A medida que los abogados en cargos ejecutivos envejecen, los millennials (nacidos entre principios de los 80 y 2000) están empezando a asumir más cargos de liderazgo, mientras que los baby boomers (los nacidos entre 1946 y 1964) son cada vez menos. Les guste o no, los abogados millennials están trabajando para llegar a las cabezas de las firmas de abogados y departamentos legales...”

En el último seminario The Experience de Legal Week hubo un panel titulado “Ready or Not, Here They Come (and Go!): Preparing for the Generation Shift” (“Listos o no, aquí vienen (y van): Preparándonos para el cambio generacional”) para ayudar a enfrentar la creciente brecha generacional en los estudios de abogados y departamentos legales, según lo que publica el sitio Law.com.

El panel, moderado por la directora de desarrollo de mercado de Thomson Reuters, Bernadette Bulacan, contó con oradores de ambos lados de la brecha generacional. Por el lado de los baby boomers estaba Eric Barnum, socio de BakerHostetler, y Nancy Saltzman, vicepresidenta ejecutiva y consejera general de Exlservice Holdings. Por otro lado, el director legal de Collective Inc., Ian Connett, y el asociado de Kasowitz Benson Torres & Friedman, Jason Prince, hablaron de su experiencia como abogados millennials.

Como Bulacan señaló desde el principio, “hay más cosas que unen” a las dos generaciones que lo que las diferencia. El panel identificó cuatro áreas donde los abogados millennials y los más antiguos parecieran diferenciarse, pero también han encontrado un terreno común…” 1

Es importante tener en cuenta las conclusiones a las que se llegó en dicho seminario, para empezar a analizar el tema en concreto, que si bien, se abordará sutilmente, abrirá en la mente del lector una serie de situaciones en diferentes épocas que generará inquietudes sobre la práctica de la profesión, desde dos puntos de vista: uno como abogado de las nuevas generaciones y otros como baby boomers.

La pregunta, cuando pensé en realizar el presente artículo, siempre fue: ¿y cómo era antes? o ¿Cómo hacían? Para mí fue curioso cómo colegas de épocas atrás, con tarjetas profesionales para no ser exagerados de 3, 4 o 5 dígitos, practicaban la profesión. No solo por el tema de transportar la pesada y rustica máquina de escribir, sino además para redactar sus documentos, corregir los errores, transportar los documentos, fotocopiarlos y hasta luchar contra los términos en aquellas condiciones.

Recordemos que la historia de la máquina de escribir inicia desde el año de 1714 con su primera patente concedida al inglés Henry Mill, la cual tuvo más de 50 modificaciones por sus inventores para volverla útil, hasta el año 2012 en la que se fabricó la última máquina de escribir en Europa por Brother en Wrexhamc (Gales, Reino Unido).

Si hablamos de historia en la práctica de la mecanografía o la escritura, debemos hablar del legado que nos ha dejado este instrumento tan útil como lo es la máquina de escribir, que no solo permitió redactar simples cartas o llenar formularios, sino que además nos dejó un premio nobel de literatura que de no ser por dicho instrumento no habría podido plasmar sus grandes obras.

Si en la actualidad resulta un poco complicado organizar un documento, editarlo y hasta aplicar las normas de escritura, para simplemente en una moderna impresora láser, no puedo quedar tranquilo al pensar cómo hacían mis colegas en otros tiempos para redactar de una manera elegante una serie de documentos en dichos instrumentos rústicos, que personalmente cuando llegue a usarlos me causaban mucha dificultad, no solo porque se me iban los dedos entre las teclas, sino además cuando se enredaban las teclas, cuando se atascaba la cinta o cuando había que cambiarla. Hoy en día se corrige un error en la digitación inmediatamente, en otras épocas resultaba necesario hacer “maromas” para borrar el error o hasta cambiar totalmente la hoja escrita. Solo imagino la cantidad de hojas que ha debido utilizar una persona con poca experiencia en la realización de un escrito.

Era tan importante para una empresa que una persona tuviera la habilidad para escribir en dichas máquinas que hasta contrataban una persona para que se dedicara exclusivamente a transcribir los escritos redactados a mano, tan importante como para ser una materia que se debía aprobar en el colegio. Recuerdo cuando cursé dicha materia, era el monitor del curso y el encargado con otro compañero de arreglar las cintas y preparar las maquinas antes de iniciar la clase, recuerdo los exámenes finales, titulados ridículamente por nuestra profesora como: “La gallinita ciega” (juego de examen final, donde se dictaba un párrafo al estudiante quien debía escribir con los ojos vendados).

En dicho examen resultaban varios estudiantes lesionados, puesto que no tenían el cálculo preciso de las teclas y resultaban atorando los dedos entre las teclas. Y como olvidar aquellas carcajadas de todos mis compañeros de salón al leer los párrafos que redactábamos en las viejas máquinas. Estas situaciones hoy en día no se ven, pues pasaron a otro plano con la llegada de nuevas tecnologías.

Otra situación que llama la atención es la implementación y ayuda complementaria que nos brinda hoy en día el internet, que si bien, trae mucho material basura en sus plataformas de buscadores, existen varias páginas creadas pensando en el ejercicio de nuestra profesión. Por ejemplo, bases de datos de las altas cortes que contienen infinidad de jurisprudencias sobre distintos temas, a las que se puede acceder simplemente con un click. O plataformas creadas para facilitar el ejercicio profesional, como por ejemplo la muy conocida red judicial o simplemente la página de la rama judicial. Son herramientas que han trasformado el ejercicio de la profesión de una manera menos desgastante para los litigantes y hasta para los funcionarios de los propios Despachos.

No me imagino cómo sería el trabajo tan arduo y desgastante de los colegas, cuando se tenían que remitir a documentos físicos tras una búsqueda exhaustiva en la biblioteca para conseguir un texto relacionado con algún tema, situación totalmente en desventaja con la práctica de la profesión hoy en día, donde simplemente damos un click y encontramos millones de textos que tratan el tema que buscamos y esta ventaja no solo es para los abogados litigantes, sino además para los funcionarios de los juzgados quienes deben remitirse a las providencias de sus órganos de cierre para analizar la situación con base en el precedente.

Ocurre lo mismo con la revisión de los estados, en otras épocas las firmas de abogados debían contratar personal que se encargara de la revisión diaria de las novedades procesales, resulta que hoy en día existen empresas que prestan dicho servicio y con la ayuda de un servidor e internet, en contados minutos, se tiene a la mano el auto notificado sin la necesidad siquiera de salir de su oficina.

La implementación de la tecnología para las dos generaciones, tuvo en el seminario aludido anteriormente unos resultados sorprendentes como, por ejemplo, se pudo concluir:

“…Bulacan mostró a la audiencia unos datos sorprendentes sobre los millennials y la tecnología: “una de las percepciones más comunes es que los millennials son expertos en tecnología, pero la mayoría no se describen de esta manera”, dijo. Aunque muchos asumen que los millennials han crecido con la tecnología, Connett aseguró que esto no indica necesariamente ninguna aptitud técnica especial.

Saltzman señaló que las suposiciones sobre el conocimiento tecnológico se extienden hacia la generación de los baby boom. Saltzman bromeó, diciendo que de hecho puede “enseñarle a un perro viejo nuevos trucos”, y que la tecnología ocupa un lugar destacado entre sus intereses como baby boomer y como jefe de un departamento legal corporativo. “Estoy fascinado con la tecnología”, dijo. “Estamos muy, muy abiertos a aprender de los millennials…” 2

Esta situación es especial, pues resulta claro que la generación Millennials, ha tenido que vivir un cambio drástico en las diferentes épocas vividas, pues si bien utilizamos la máquina de escribir, el beeper, conocimos los primeros computadores, los disquetes, y hasta los mouses que funcionaban con una bola adentro, que por una u otra razón resultaba siempre extraviada.

En un artículo de ámbito jurídico titulado “La tecnología le permite al abogado aumentar las probabilidades de éxito al menor costo” se menciona que la tecnología es un aliado para la práctica de la profesión.

El articulo señalaba lo siguiente:

“…En 1997, el campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov perdió contra la computadora Deep Blue, desarrollada por IBM. Después de su derrota, Kasparov impulsó el desarrollo de una nueva liga de ajedrez en donde las computadoras compiten contra otras computadoras, contra humanos y también contra lo que se conoce como centauros, que es una combinación entre humano y computadora (es un humano que tiene asistencia de computadora durante la partida). Los mejores jugadores del mundo de ajedrez actualmente son centauros.

Esto debe servirnos de lección para el futuro del Derecho. Las computadoras pueden ser un enemigo que nos deje obsoletos. Pero si nos adaptamos y la usamos para mejorar nuestro trabajo, podemos convertirnos en abogados/centauro, que combinen lo mejor de las máquinas (velocidad, capacidad de cómputo y búsqueda de información) con lo mejor de los humanos (intuición y empatía). Esa es la forma de convertir a la tecnología en nuestra aliada

La inteligencia artificial ofrece herramientas para mejorar la capacidad de análisis, la búsqueda de textos y hasta la predicción de resultados de los juicios. El blockchain es una nueva tecnología de base de datos que permite hacer mucho más transparentes los datos y procesos judiciales. La inteligencia colectiva permite utilizar la sabiduría de las multitudes para compartir y procesar información. El resultado son sistemas jurídicos más rápidos, económicos y transparentes. Al final del día, esto asegura el acceso a la justicia para más gente...” 3

Resulta esta situación imposible de soslayar, pues si bien, la computadora y el internet como lo dije antes podría llevarnos a leer material basura, también existen bases de datos sumamente importantes para la práctica de nuestra profesión que nos facilitaría llenarnos de argumentos para definir una situación jurídica particular, y es que como lo dice el autor del artículo de ámbito jurídico Juan Camilo Rivadeneira, la computadora no puede ser tu enemigo, sino la herramienta que nos facilite el trabajo y nos ayude a agilizar en todo sentido el trámite de nuestros procesos judiciales.

Para concluir con el presente ensayo sabiendo que podemos referirnos a infinidad de situaciones y diferencias que se presentaban en otras épocas y que actualmente con la tecnología hemos superado, podemos concluir que el abogado tiene un aspecto humano sumamente importante, que no puede ser sustituido por una máquina o por una simple fórmula matemática, que el abogado debe utilizar los principios morales para definir situaciones jurídicas, pero que además no todo el material que encontramos en internet es basura como algunos baby booms afirman, por lo que debemos utilizar dichas bases de datos y sacar provecho de ellas con la información fidedigna que nos sirva.

Luego, el ejercicio práctico que acortará tiempo, trabajo y que generará más rentabilidad en todo sentido para las firmas y para los profesionales dedicados al litigio, será el resultado de la mezcla de estos dos elementos, uno la capacidad de lógica jurídica y sentido de intuición por parte del profesional del derecho y la implementación de la tecnología, computadores, tabletas, celulares, internet y todos los elementos que con el paso del tiempo nos va brindando la tecnología.

Entonces los abogados centauros como se titulan en el artículo referido, serian el modelo a seguir para bogados del futuro, como profesionales con capacidades para implementar en la práctica jurídica herramientas de la tecnología con sus cualidades intrínsecamente humanas.


1. Disponible en: http://idealex.press/mercado-legal/millenials-entendiendo-la-nueva-generacion-abogados/
2. Ibidem
3. www.ambitojuridico.com/noticias/invitado/laboral-y-seguridad-social/la-tecnologia-le-permite-al-abogado-aumentar-las


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